La claridad con la que el PSG veía hace unas semanas la renovación de Mbappé (22 años) parece disiparse. La confianza acerca de la continuidad del delantero más allá de 2022 se ha atemperado en el Parque de los Príncipes.
Los dirigentes parisinos han pasado de la seguridad que transmitían en sus declaraciones hace unos días a eludir el asunto. «No es el día para hablar de su contrato, pero llegará un punto en el que tendremos más claro su futuro», dijo Leonardo tras el partido del domingo. Un encuentro en el que, con su brillante doblete al Lyon, Kylian alcanzó los 100 goles en la Ligue 1.
El tono resignado del brasileño, director deportivo de la entidad, contrasta con el contundente optimismo con el que se expresaba unos días antes unos días antes manifestaba el presidente, Nasser Al Khelaifi. «Mbappé y Neymar siempre van a seguir siendo parisinos», aseguraba rotundo el dirigente qatarí después de eliminar al Barça en los octavos de final de la Champions.
Un cruce en el que el crack del PSG volvió a hacer chiribitas en los ojos del madridismo con cuatro de los cinco goles de su equipo en la eliminatoria: un hat-trick en el Camp Nou y otro gol en la vuelta en París.
Mbappé, según informó en su día la Cadena SER, ha dicho no tres veces a la oferta de renovación del club francés. El jugador quiere reflexionar su futuro. Sabe que un nuevo contrato (el actual lo acabará con 23 años) le ataría al PSG en la plenitud de su carrera y una decisión precipitada puede cerrarle definitivamente las puertas del Madrid. En la entidad blanca, mientras tanto, contemplan con optimismo las largas que da el futbolista a su actual club.
Si no renueva, el PSG se verá forzado a venderlo este verano (y en una posición negociadora desventajosa) si quiere sacar algo de dinero. De lo contrario, se arriesga a que se marche libre en junio de 2022. Un panorama ideal para el Madrid. El caso Mbappé coge temperatura.
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